La
Plaza Mayor de Madrid es el centro neurálgico
del turismo de la Villa y Corte. Sus paredes han sido testigo de muchos
acontecimientos desde que en el reinado de Juan
II de Castilla (1406-1454), padre de Isabel
La Católica, se construyera la primitiva plaza del Arrabal, precursora de la actual, como lugar de mercado, hasta
llegar al bullicio turístico de nuestros días, pasando por la reconstrucción de
la misma tal y como la conocemos, tras el tercer gran incendio de su historia
producido en el año 1790.
"Cortylandia, Cortylandia,
vamos todos a cantar, alegría en estas fiestas porque ya es Navidad”, con esta famosa canción que todos
conocemos se da el pistoletazo de salida a la Navidad en Madrid.
En la confluencia de la c/ de Alcalá con la c/ del Caballero
de Gracia de Madrid se encuentra esta genial escultura, obra del madrileño Federico
Coullaut-Valera, que disfruta desde su atalaya de una de las mejores vistas de
la Villa y Corte.
Pasear
por Madrid supone cruzarse en algún momento con la Fuente de Cibeles, diseñada
por el arquitecto Ventura Rodríguez
en 1777 por encargo del rey Carlos III,
quien influenciado por la Ilustración, decidió convertir una ciudad pequeña,
sucia y oscura en una auténtica Villa y Corte digna de competir con el resto de
capitales europeas.